Mujer y medios de comunicación

Mujer y medios de comunicación


Además de los principales agentes socializadores como la familia o la escuela, los medios de comunicación son también un importante instrumento de socialización, pues muestran y difunden pautas de comportamiento que, de forma consciente o inconsciente, se convierten en modelos de referencia para la ciudadanía.

De esta forma, los medios juegan un papel fundamental a la hora de transmitir una imagen femenina no estereotipada, pudiendo así convertirse en motores de cambio hacia una sociedad sin discriminación de género.

Sin embargo, se ha ido construyendo a lo largo de los años un estereotipo masculino asociado a valores como la independencia, la competitividad, la fuerza o la virilidad, mientras la mujer ha sido relacionada con conceptos como la dependencia o la fragilidad. Han proliferado así ciertos clichés como el de esposa, amante o madre, de forma que las mujeres son frecuentemente representadas como subordinadas a la figura masculina.


Ya en 1997, el Instituto Vasco de la Mujer elaboró un informe, analizando durante una semana en tres diarios de ámbito nacional los contenidos temáticos en los que la mujer aparecía, y obteniendo el siguiente resultado: cerca del 80% de las referencias a mujeres remarcaban su papel tradicional, mostrándolas relegadas al ámbito doméstico y reproductivo, mientras apenas se hacían referencias a su papel en la esfera pública. 

Si bien en estos últimos años se han producido enormes avances y cada vez es más habitual encontrar anuncios publicitarios en los que aparecen hombres desarrollando labores domésticas o protagonizando anuncios de belleza, la prensa y los medios visuales, sonoros y electrónicos de muchos países siguen sin ofrecer una imagen equiponderada de la diversidad en la vida de la mujer y de su contribución la sociedad, reforzando las funciones que tradicionalmente ésta ha venido desempeñando.



En lo que se refiere a las diferentes estrategias a seguir para acabar con este tipo de discriminación hacia la mujer, además de incidir en el siempre imprescindible pilar educativo, cabe destacar la importancia de facilitar el acceso de las mujeres a los puestos de poder en el sector. 

                             

Así, si bien ha aumentado la presencia de las mujeres en los medios, en la mayoría de países este incremento sigue siendo escaso. Por ejemplo, las mujeres en EEUU han visto aumentar su porcentaje de ocupación de puestos de dirección o de toma de decisiones en sólo un 1% cada año desde 1977. Además, aunque actualmente más mujeres presentan los informativos en televisión, desaparecen de la pantalla a una edad más temprana que sus compañeros masculinos, existiendo una prevalencia de los hombres de más de 50 años en el sector.

Por todo ello, y pese a los avances en la materia, las desigualdades persisten. Así, los medios de comunicación son un eficaz instrumento para la transmisión de una imagen femenina no estereotipada y tienen la capacidad de contribuir a la creación de una sociedad con una menor discriminación de género.

¡Hasta pronto!

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